Thursday, October 19, 2006

Tercera función.Esta noche, por precausión la "velada" sera diurna, pues nuestro actor invitado gusta de "probar" al público.

















"La literatura es una extraña máquina que traga, que absorve todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros".
George Bernard Shaw

He aqui entonces estos versos nacidos de la sangre en mi tintero.
El Vampiro


Y consumieron las tinieblas la luz de sol, ¡Estúpido!
En el fenecer interminable del crepúsculo,
te haz quedado ciego, no consumen ya tus ojos las imágenes,
y se reproduce como la película de un sueño,
aquella sombra mustia de vida que haz dejado desangrar.

Ni se atreven a mirarme los objetos,
ni mis muebles, ni mi casa, incluso ellos
temen que los manche con mi lumbre vieja de infecta oscuridad,
es el odio resignado como espadas que se doblan con las manos
de un monstruo abominable, es así mi estadía
ahora en esta tierra maldita, donde respiro cal y fuego,
y hasta el agua pura tiene sabor a veneno.

¡Que tragedia! Oh dioses inmortales, infernales les llamaría yo,
son todos ustedes verdaderas bestias, divinidad retorcida,
una ingenuidad perversa como un niño travieso jugando
con mi alma a pisotones, ¡condenada alma mía! pobre corazón,
con una estaca acabaríamos juntos y sin embargo no puedo
ni mis manos levantar mientras nos roen los gusanos.

He sentido el golpe sordo de cientos de mosquetes,
y la calidez de sus ráfagas de fuego se apagaban en mi pecho,
como una espada ardiente me quemabas el sueño,
y soñaba despierto mientras, me lacerabas con tus manos,
con tus labios el cuerpo y la mente,
y encontraba en tus roses con al espada cierta calidez,
y mi corazón se sintió vivo.

¡Maldito corazón! Tenias que probar
la fruta podrida del mundo terrenal,
pero en la miseria de este sentimiento ajeno a mi,
encontró mi alma un fuego tierno y vivo,
que nos destruiría a los dos,
en la agonía sempiterna de la muerte.

Y mi amor aborrecible, inconcebible termino por matarte,
y al tenerte entre mis brazos, ¡como un demonio te asesinaba aun más!
Querer alimentar mi alma inmortal ¡imbécil!
Cuando esa terrible bestia que tengo por alma,
esta concebida para morir y vivir en mí eternamente.

Le abrí las puertas a la muerte, no hace mucho, recientemente,
sentí su halito a cadáver sobre mi, aquel aroma familiar,
que mortal alguno no debiera jamás de respirar,
¡y aquella horrible música!

Aquel coro de ángeles me retorcía el cuerpo
como el veneno de una araña abominable,
acido y negro veneno de acción letal.

Repentinamente, ese halito, luz de esperanza,
de muerte, se apago, y con el se extinguió toda
esperanza de morir nuevamente,
y hasta la muerte me rechaza, o me teme,
¡Yo te quiero muerte! Y sin duda seré yo quien
Termine contigo.

Sobre mi, una tumba sin epitafio.
Dentro de la tierra, vivo, ¡maldita seas tú!
Alma inmortal condenada a vivir para siempre,
Desde antes y hasta el final de los tiempos,
clausurada en el cadáver de mi vampiro.

Y grito.

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